miércoles, 17 de julio de 2013

Sensacionadismo, la forma menos digna de informar


Hace tiempo que quería escribir sobre las portadas de la prensa que ya no nos saludan solamente desde los kioskos, sino que se dejan ver en las redes sociales alrededor de medianoche, mientras el director que la ha subido espera a ver las reacciones del público (potencial o no) en vivo y en directo.
Tradicionalmente, hacía falta una portada llamativa para que el lector se animase a comprarla en el kiosko, no es nada nuevo. Las fotos impactantes estaban a la orden del día, y antes de las fotos, los titulares.



Los tiempos han cambiado, pero no tanto. Las redes sociales facilitan la difusión de la información y en cuestión de segundos miles de personas han visto lo que queríamos que viesen. Pero la otra cara de la 
moneda es la ambición y la sed de visibilidad social. Antes se necesitaba una buena portada (nos guste o no, la mayoría de la gente tiende a juzgar los periódicos – y los libros – por su primera plana) para que el lector se lo llevase, ahora lo que se lleva es ser trending topic.
La Gaceta lleva doce horas en la lista de la “gloria”. El motivo no es otro que este:



¿Cumple esta foto que enlaza a la entrevista interior los cánones informativos? ¿Es actual? No, dado que el tema del que se hablá sucedió hace más de treinta años. ¿Es de vital importancia para la nación? Yo creo que no. ¿Afecta o interesa a un gran número de ciudadanos? Lo primero, lo dudo; en cuanto a lo segundo... Ojalá pudiese negarlo con rotundidad. Pero no hay más que ver (o leer en twitter lo que se comenta al respecto) cinco minutos de esos programas de “debate”, de polígrafo y de exclusivas de dudoso interés objetivo para saber que sí hay target.
Además, esta foto tiene un propósito más allá de lo aparente. ¿Es casual acaso esa crítica al personal médico en pleno tijeretazo sanitario? ¿Es conveniente sacar a un torero en portada agitando el debate taurino justo después de San Fermín, época en la que el tema está en boca de todos?. No hay casualidades tan grandes. Es más, no hay casualidades mediáticas. Esto se llama cortina de humo. La noticia era el anuncio de Rubalcaba de que pedirá moción de censura si Rajoy no comparece en el Congreso. Pero la han relegado a la base de la portada, lugar en dónde debería estar la última información acerca del tema que ha desencadenado ese hecho, la palabra tabú, el hombre que susituye a Voldemort como “aquel que no puede ser nombrado”: Bárcenas. Pero bueno, el tema en general y sus efectos (el citado anuncio de Rubalcaba) no es tan importante, se trata solo del futuro del país,, nada comparado con lo que le pasó a un torero hace varias décadas. Entiendo que no todo lo que va en páginas interiores va a ir en la foto grande de la portada, pero una entrevista que carece de vigor en la actualidad, habiendo noticias mucho más importantes para los ciudadanos, que no se encuentran en la mejor de las situaciones posibles, no parece de recibo en un periódico fuera de un suplemento o una edición de fin de semana. Hay muchas maneras de manipular, pero la más grande de todas es y será siempre el silencio.

Una de las mejores formas de atracción es dar a la gente lo que no esperan. Pero el juego ha cambiado, y esto no debería aplicarse nunca a los medios si es en detrimento de algo mucho más importante. Seamos más provocativos que nadie. Demos al público lo que sí espera, lo que está pidiendo: información completa y de calidad.




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