Hace tiempo que quería escribir sobre
las portadas de la prensa que ya no nos saludan solamente desde los
kioskos, sino que se dejan ver en las redes sociales alrededor de
medianoche, mientras el director que la ha subido espera a ver las
reacciones del público (potencial o no) en vivo y en directo.
Tradicionalmente, hacía falta una
portada llamativa para que el lector se animase a comprarla en el
kiosko, no es nada nuevo. Las fotos impactantes estaban a la orden
del día, y antes de las fotos, los titulares.
Los tiempos han cambiado, pero no
tanto. Las redes sociales facilitan la difusión de la información y
en cuestión de segundos miles de personas han visto lo que queríamos
que viesen. Pero la otra cara de la
moneda es la ambición y la sed
de visibilidad social. Antes se necesitaba una buena portada (nos
guste o no, la mayoría de la gente tiende a juzgar los periódicos –
y los libros – por su primera plana) para que el lector se lo
llevase, ahora lo que se lleva es ser trending topic.
La Gaceta lleva doce horas en la lista
de la “gloria”. El motivo no es otro que este:
¿Cumple esta foto que enlaza a la
entrevista interior los cánones informativos? ¿Es actual? No, dado
que el tema del que se hablá sucedió hace más de treinta años.
¿Es de vital importancia para la nación? Yo creo que no. ¿Afecta o
interesa a un gran número de ciudadanos? Lo primero, lo dudo; en
cuanto a lo segundo... Ojalá pudiese negarlo con rotundidad. Pero no
hay más que ver (o leer en twitter lo que se comenta al respecto)
cinco minutos de esos programas de “debate”, de polígrafo y de
exclusivas de dudoso interés objetivo para saber que sí hay target.
Además, esta foto tiene un propósito
más allá de lo aparente. ¿Es casual acaso esa crítica al personal
médico en pleno tijeretazo sanitario? ¿Es conveniente sacar a un
torero en portada agitando el debate taurino justo después de San
Fermín, época en la que el tema está en boca de todos?. No hay
casualidades tan grandes. Es más, no hay casualidades mediáticas.
Esto se llama cortina de humo. La noticia era el anuncio de Rubalcaba
de que pedirá moción de censura si Rajoy no comparece en el
Congreso. Pero la han relegado a la base de la portada, lugar en
dónde debería estar la última información acerca del tema que ha
desencadenado ese hecho, la palabra tabú, el hombre que susituye a
Voldemort como “aquel que no puede ser nombrado”: Bárcenas. Pero
bueno, el tema en general y sus efectos (el citado anuncio de
Rubalcaba) no es tan importante, se trata solo del futuro del país,,
nada comparado con lo que le pasó a un torero hace varias décadas.
Entiendo que no todo lo que va en páginas interiores va a ir en la
foto grande de la portada, pero una entrevista que carece de vigor en
la actualidad, habiendo noticias mucho más importantes para los
ciudadanos, que no se encuentran en la mejor de las situaciones
posibles, no parece de recibo en un periódico fuera de un suplemento
o una edición de fin de semana. Hay muchas maneras de manipular,
pero la más grande de todas es y será siempre el silencio.
Una de las mejores formas de atracción
es dar a la gente lo que no esperan. Pero el juego ha cambiado, y
esto no debería aplicarse nunca a los medios si es en detrimento de
algo mucho más importante. Seamos más provocativos que nadie. Demos
al público lo que sí espera, lo que está pidiendo: información
completa y de calidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario