jueves, 4 de noviembre de 2010

Life is a speech


-         Problemas. Pretenden que dé un discurso en el banquete. No sé dar discursos

-         Tú das discursos todo el tiempo

 

Este fragmento de conversación pertence a un episodio de la serie The Big Bang Theory, pero podría haberse extraído de cualquier situación cotidiana.

Cada día hacemos miles de dicursos. No somos conscientes de ello porque para darlos no nos situamos ante un atril ni tenemos frente a nosotros las aulas de un aula magna atestadas de gente, pero no nos quitemos méritos. Nos pasamos la vida hacienda discursos improvisados, empleando las más diversas técnicas de persuasión, analizando a nuestros interlocutores, tratando de prever sus reacciones para de esta forma actuar en consecuencia. Y todo esto sin darnos cuenta.

Mira a dónde quieras, allá habrá pinceladas de un discurso. En el cine, en la musica, hasta en los post de twitter. Miles de formas de comunicar, un único objetivo: decir lo que pretendemos de la manera más eficaz possible para conseguir lo que pretendemos con nuestras palabras.

Porque, aunque lo que se dice es importante, tambien lo es cómo se dice. Imagina uno de los manjares más caros y, quizás por eso, más valorados tradicionalmente: el caviar. ¿Te lo comerías en un bocata? No, ¿verdad?

 

En este blog se va analizar ese caviar, pero también el pan del bocadillo. Y la localización. Ese caviar no solo se encuentra en restaurantes de lujo. Los discursos no siempre están en el escenario de un mítin. Sí, haberlos haylos, pero hay muchos más. Empieza el viaje de estudios, el análisis de los discursos de cada día. Pongamos atención, en cada frase hay algo más que palabras, no todo es “bla bla bla”.

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